domingo, 17 de abril de 2011

Las primeras habas del año

¡Vaya lío de vida que tengo últimamente! Apenas puedo sentarme a escribir unas líneas para el blog, pero no quiero dejarlo abandonado. Esta entrada no tiene muchas fotos estupendas ni tampoco una receta, pero tras la Semana Santa prometo ponerme las pilas de nuevo. Una de las razones del lío ha sido mi colaboración en la publicación digital Huelva24.com. Si aún no la conoces pica y verás. Está estupenda.

El otro día nos comimos las primeras habas de la temporada. Que qué tiene eso de particular: pues que eran las primeras habas que nosotros mismos cultivábamos sin ningún tipo de porquería, es decir, que eran ecológicas.


Yo tengo muy poca experiencia con la huerta, de hecho estamos, como quien dice, empezando esta labor, que es ardua, no creáis. Mi terreno es muy pequeñito, pero suficiente para abastecer a la familia todo el año. Ahora, eso sí, vivimos en zona de cuenca minera y con tanta piedra cuesta sacarle rendimiento.

Lo que teníamos muy claro desde el principio es que seguiríamos los criterios de la huerta ecológica. Empezamos por separar a los perros (unos destructores) del espacio de siembra. Después hicimos una compostadora casera con unos pallets.

Compostar es algo maravilloso. La basura diaria sale prácticamente limpia, porque lo orgánico, que es lo que huele mal, va al compost. Y curiosamente, fuera, en la compostadora, no huele aboslutamente nada. Aún no tenemos compost, pues no llevamos ni un año haciéndolo, pero la pila de residuos está cada vez más alta y espero que pronto podamos hacer uso de ella.

Como no tenemos mucho tiempo, lo que plantamos, básicamente, son aromáticas y este año, por primera vez, las habas. Necesitábamos algo que aportara nitrógeno a la tierra (una leguminosa). El año pasado habíamos plantado trébol, que también va muy bien. Pero este año queríamos comer algo de la huerta, así que decidimos plantar habas.

Entre las aromáticas tenemos lavanda, salvia, romero, culantro y hierbabuena (ésta es de los años 30, la misma época de construcción de la casa, y es una auténtica delicia). Las usamos mucho en la cocina. También tenemos un naranjo joven que va dando poco a poco sus frutos.

En cuanto a las habas, tras los sufrimientos que nos han dado (ahora llueve y el viento las tira, ahora se nos cuela un perro y decide hacerse una cama tronchando unas cuantas matas...)  tengo que deciros que están de lujo. Más adelante las cogeremos para hacerlas "enzapatás", típicamente onubense. Ahora, como son pequeñitas, nos las comimos en revuelto con ajito y cebolla. Yo en las mías puse un poquito de bacon. Os aseguro que estaban buenísimas, nada que ver con las habas baby en bote. Plato sencillo donde los haya.

Espero que paséis todos una Semana Santa estupenda y que consigáis descansar y desconectar. Yo no me quejo. Tenemos muy cerca el mar, que es relax asegurado, y en casa, qué os voy a contar. En esta primavera maravillosa, estoy rodeada de olores estupendos (y más si caen cuatro gotas) y las tardes se me hacen deliciosas cosiendo en el patio hasta que la luz del sol me deja, mientras que Carmela se dedica a jugar con los gatos, las hormigas o cualquier otro bicho que se le antoje.